Sant Jordi pedaleando

Hoy era el día de volver a los entrenamientos, eso sí tocaba madrugar para poder entrenar.

Siete de la mañana suena el despertador, que duro se hace levantarse de la cama, por la cabeza solo pasan excusas para parar el despertador y seguir durmiendo, pero esto no me sirve de nada así que toca levantarse y salir a pedalear.

Una vez en la calle el frio aparece y hace que los primeros quilómetros sean duros, piernas frías, dedos doloridos por el viento, pocas ganas de pedalear. Al poco el sol se hace presente y esto ayuda a que el frio se desvanezca, gracias a esto la motivación va creciendo.

Gracias a las mejoras que he notado estos últimos días, he decido alargar un poco la ruta respecto a los días anteriores. A parte de aumentar quilómetros también he subido bastante el ritmo de pedaleo llegando a una media de 25 quilómetros la hora, al final me han salido 28 quilómetros en una hora y diez minutos, así que muy contento del resultado de hoy.

Ahora toca seguir trabajando, para ir subiendo minutos al contador sin que el dolor aparezca en la rodilla.